Michelangelo Ingrosso, fundador de Tulpa Studio, revela cómo Blackmagic Design permite lograr resultados cinematográficos en proyectos independientes.
Fremont, California (EE. UU.) – Con las expectativas del público en aumento y los presupuestos de producción cada vez más ajustados, los estudios más pequeños se ven sometidos a una mayor presión para ofrecer contenidos de alta gama. Pero en la ciudad italiana de Ferrara, una compañía independiente demuestra que la ambición cinematográfica ya no implica realizar un gasto descomunal.
Tulpa Studio ha desarrollado una dinámica de trabajo totalmente integrada y con calidad profesional, utilizando herramientas de Blackmagic Design, y está funcionando muy bien. «Los productos de Blackmagic siempre han logrado un equilibrio perfecto entre asequibilidad y rendimiento», afirmó Ingrosso, cineasta autodidacta que comenzó su trayectoria grabando videoclips para promocionar sus discos. «Cuando fundé Tulpa, sabía que necesitaba una solución que ofreciera resultados de calidad cinematográfica y que no implicara un gran gasto», agregó.
En la actualidad, las instalaciones de Tulpa Studio cubren una superficie de 400 metros cuadrados e incluyen un estudio de sonido, una sala de posproducción, una estación de maquillaje y un servicio de alquiler. Su potencial creativo rivaliza con estudios tradicionales y de mayor envergadura, pero lo que realmente la destaca es su dinámica de trabajo.
Calidad cinematográfica sin gastos significativos
El éxito más reciente de Tulpa Studio —un programa de cocina llamado «Sweet Home» que se estrenó en los canales Discovery de Warner Bros.— fue una prueba de cómo los equipos independientes pueden sobresalir. Grabado con unidades Blackmagic URSA Mini Pro 12K y Blackmagic Studio Camera 6K Pro, dicho programa combina la elegancia de un anuncio de alta gama con la intimidad de una serie documental.
«Queríamos darle un verdadero toque cinematográfico», señaló Ingrosso. «Esto implicaba colores más intensos, poca profundidad de campo y una iluminación más típica de una película que de un programa de cocina, pero nada de eso funcionaría si no podíamos mantener la claridad. Los espectadores necesitan ver exactamente lo que hace el chef», explicó.
El formato Blackmagic RAW 12:1 brindó la flexibilidad y la calidad de imagen que el equipo necesitaba, sin ocupar demasiado espacio de almacenamiento. «Incluso con ocho cámaras grabando en resolución 4K o 6K, las herramientas de gestión multimedia de DaVinci Resolve nos permitieron controlar el tamaño de los archivos, reducir la cantidad de material innecesario y mantener la fluidez de la edición», afirmó Ingrosso.

La integración es todo
La fluidez es uno de los principios fundamentales de Tulpa Studio en materia de producciones. Con el mezclador ATEM Television Studio HD8 ISO, el equipo de Ingrosso gestionó la conmutación en directo entre varias cámaras, las grabaciones aisladas y la sincronización del código de tiempo, todo desde un mismo dispositivo. Sin embargo, la verdadera innovación fue la capacidad del ATEM para exportar un archivo de proyecto de DaVinci Resolve (.DRP) inmediatamente después de la grabación.
«Al terminar una sesión, ya podíamos enviar un avance al distribuidor», dijo Ingrosso. «Esa inmediatez es invaluable cuando se intenta mantener el ritmo en la posproducción», añadió.
La consistencia del ecosistema, especialmente en lo referente a la colorimetría, también dio sus frutos. «Todas nuestras cámaras se sincronizaron sin problemas. No tuvimos que perder horas durante la posproducción intentando equilibrar las tomas o corregir los perfiles. La apariencia se consolidó desde el principio, y todo funcionó a la perfección», señaló Ingrosso.

Un modelo para la producción independiente
El enfoque de Tulpa Studio sirve de ejemplo para otras productoras pequeñas y medianas que enfrentan desafíos similares: brindar una calidad superior sin incurrir en una infraestructura excesiva.
«No me importa apegarme a una sola marca. Me interesa que todos los equipos funcionen correctamente y no nos atrasen», expresó Ingrosso. «Desde la grabación hasta la edición y el acabado, trabajamos en un entorno interconectado que nos permite ahorrar tiempo, reducir los riesgos y competir al máximo nivel».
A medida que la calidad cinematográfica se convierte en una expectativa básica, en lugar de un lujo, los estudios como Tulpa son un ejemplo de cómo las dinámicas de trabajo integradas y accesibles pueden cerrar la brecha entre la flexibilidad independiente y el pulido profesional.
